Es el eufemismo el capote dialéctico con el que
toreamos las palabras y descabellamos los conceptos que ellas albergan. Los
capotes, como los eufemismos, tienen mucho de mentira disimulada, porque con
los primeros ponemos la bravura del toro al alcance de la puya del picador para
desgastarle su fiereza, y con los segundos le arrebatamos a las palabras lo que
de fieras y puyazo tienen. Los eufemismos tratan, últimamente con mayor
frecuencia, de ponerle el disfraz de “políticamente correcto” a las actuaciones
incorrectas de los políticos.
Llamarle a la suegra madre política es un ejemplo de
lo que suele hacer un eufemismo sin piedad alguna. No es la palabra suegra la
que se percibe como deterioro del sagrado concepto de madre, sino es el de
política quien parece envilecerla. Llamarle daños colaterales a las víctimas
civiles de una guerra, o regulación de
empleo a un despido masivo, tienen los mismos fundamentos y amparan los mismos
argumentos que llamarles suavemente “hijos de mala madre” a los “hijos de puta” que han dado lugar a
ello.
La gastronomía es fuente de “sabrosos” eufemismos, regalándonos algunos
muy curiosos y de plena actualidad. Así,
quien nos aburre con su discurso es un “pestiño”; quien se traga sin rechistar
los argumentos de un discurso político es un “come talegas”; quien pese a todo
sigue apoyando reiteradamente a quien lo
engaña, es un “papa frita”; quien justifica
como bueno y necesario lo que hace quien lo está engañando es un “mendrugo”; el
ladrón que se lleva lo que no es un suyo es un “chorizo”; quien se va
dejándonos su deuda, lo ha hecho endiñándonos una “cebolla”, y más que privarlo
de libertad hay que “meterlo en el talego” para que no siga ”aliñándonos las
cuentas” con las que nos da “gato por liebre”.
Dame pan y dime tonto, parecen decir algunos pese a que
“ser más bueno que el pan” sea el eufemismo más castizo de tonto. Muchos ya no se pueden ni ganarse el pan
porque otros no paran de untarse con la
manteca. ¡Hay que darle la vuelta a la tortilla!
Publicado en Diario JAEN el
domingo 3 de marzo de 2013
(@suarezgallego)
Y no dejes en el tintero,admirado escritor, los "potajes" que nos guisan ahora y quieren que nos los comamos. Salud y Felicidad. Juan Eladio Palmis
ResponderEliminarporque no me allu =)
ResponderEliminarque hago ahora sin terminar mi tarea
ResponderEliminarde donde eres tu....
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